Potries ha constituido a lo largo de los siglos un importante núcleo de actividad alfarera, el propio topónimo de Potries tiene su origen y significado en este oficio artesanal. El fallecimiento del último alfarero en activo, Ángel Domínguez, a mediados de los años 80, supone el punto final de una actividad artesanal con tradición milenaria en nuestro municipio, de una manera de entender la vida, de un sistema de producción y comercialización, que habían entrado en declive años atrás.
Es entonces, cuando el Ayuntamiento de Potries convencido de la singularidad de este patrimonio adquiere el inmueble e inicia un ambicioso programa de recuperación de la memoria relacionada con la producción cerámica en el municipio.
El edificio, de gran interés tipológico y ambiental, presenta una vivienda tradicional con un taller artesano asociado.
En la planta baja se encuentra el espacio doméstico, en él observaremos las clásicas estancias de la cocina comedor y la alcoba con su mobiliario original.
Parte de la planta baja y todo el piso superior, junto al patio y el cobertizo adyacente, constituyen el sector artesanal del edificio.
Este sector conserva intactos buena parte de los elementos y utensilios empleados en el proceso de elaboración de la cerámica; horno, balsas de decantación, torno de pie, molino de barniz…